sábado, 4 de marzo de 2023

Nápoles 26 de febrero de 2023

Domingo 26 de febrero

Estamos en el hotel Clement Barajas porque hemos estado estos dos días en Madrid con los niños.

Diana a las 7:30, una hora antes de que sonara el despertador, porque ayer nos acostamos muy temprano.

Desayunamos en el hotel un plátano y unas galletas que teníamos y nos vamos sin más al aeropuerto. Allí haremos tiempo porque el vuelo es a las 11:45.

Salimos en hora con Iberia. Tardamos 2 horas y 15 minutos y llegamos a las 14:15. Hemos comido un sándwich y unas galletas que habíamos comprado en el aeropuerto.

El avión nos deja en pista cerca de una puerta. Este aeropuerto no tienen fingers y se nota que está bastante vetusto.

Como a Inma le facturaron el equipaje de mano, tenemos que ir a la zona de maletas para recogerla. No nos retrasan mucho.

Salimos del aeropuerto y vamos primero para coger un taxi que sabemos que tenia tarifa fija al centro por 18€. El taxista nos dice que 25 o 30 y le decimos que adiós muy buenas. Nos capta un taxista compartido que nos dice que nos cobra 5€ pero nos mete en el taxi y vemos que se nos va a hacer eterno hasta que lo llene así que decidimos coger el bus que también cuesta 5€ y nos deja en la plaza Garibaldi donde tenemos el hotel.

Llegamos estupendamente. Muy recomendable este servicio; el bus se paga directamente al entrar.

Llegamos a la plaza que tiene un ambiente malo y sucio, típico de las estaciones de trenes.

El hotel está en uno de los extremos de la plaza, UNAhotel Garibaldi****. Hacemos el check in y directamente salimos a hacer una descubierta por la ciudad.

El casco histórico que está a la espalda del hotel está horriblemente sucio y tiene un ambiente de inmigrantes y vendedores ambulantes. Cuando llegamos a la calle Toledo, el ambiente mejora aunque todo sigue esencialmente sucio. Es la calle de las tiendas multinacionales como Zara.

Entramos en la galería de Umberto I que recuerda bastante a la de Milán. Muy recargada pero espectacular. 

Continuamos por la calle Chiara que también es de tiendas pero con menos nivel. Volvemos atravesando la plaza del Plesbicito y subimos de nuevo por una paralela a Toledo.

Entramos en la iglesia de Gesú Nuovo, muy barroca y recargada. En su interior está custodiado el cuerpo de san Giuseppe Moscati, canonizado por el papa Juan Pablo II en el 1987. 

La iglesia de Santa Clara, muy sobria, con artesonado de madera y un retablo de piedra tallada, muy original. Están rezando un rosario algunos feligreses con un monje franciscano.

Volvemos camino del hotel buscando un sitio para comer. Finalmente encontramos una especie de franquicia que se llama Mammia en la vía Duomo 233. Nos comemos una pizza caprichosa y unos tortelinis con una cerveza y una jarrita de vino de 0,5 litros todo por 35€. La cerveza es lo más caro., la pizza es baratísima.

Antes de la 9:00 ya estamos de vuelta en el hotel.

Lunes, 27

Nos levantamos a las 8:00 como en España. La habitación es silenciosa pero esta noche hemos tenido tormenta y algún trueno nos ha despertado; luego también han montado puestos de mercado en la calle sucia que tenemos en la ventana. De todas formas, en general hemos dormido bien. Desayunamos en el bufete del hotel que es variado y completo.

Vamos directamente al Duomo. Compramos la entrada completa por 12,50€ pp que incluye el tesoro de san Jenaro. Nos dan una audio guía que es un teléfono Samsung. La catedral y la capilla es gratis. Es una catedral muy barroca con muchas capillas. 

A la derecha está la capilla de san Jenaro donde se encuentra el busto de plata que contiene su calavera y que sacan en procesión 3 veces al año cada vez que se licúa su sangre. Las ampollas con su sangre se encuentran en una hornacina detrás del altar mayor. La capilla es también muy barroca y está adornada de pinturas e imágenes de gran valor.

Al la derecha de la capilla se entra al tesoro que tiene algunas de las piezas que adornan a san Jenaro en sus procesiones; la casulla y los collares son espectaculares.

En la parte izquierda de la catedral se encuentra la entrada de la basílica de Santa Restituta, gratis la entrada. 

Al fondo está el batisterio de san Giovani en Fonte, con mosaicos romanos del siglo IV, por lo visto los más antiguos de Europa occidental.

Nos trasladamos a San Lorenzo Maggiore, una iglesia gótica a la que han quitado todos los adornos barrocos salvo algunas capillas. A la derecha de la entrada anuncian tours para visitar catacumbas y zonas arqueológicas en el subsuelo pero son muy largas y parecen agobiantes.

Entramos en la iglesia de san Domenico Maggiore. Tiene un fresco en el techo De Francisco Solimena. Al fondo se puede entrar, pagando, para ver la zona donde hay 45 ataúdes de nobles aragoneses junto con su ropa recuperada y también la pequeña celda de Santo Tomas de Aquino.

En la iglesia también está enterrado el primer obispo de NY.

Visitamos de nuevo el Complejo Monumental de Santa Clara. Ayer solo vimos la iglesia, hoy entramos en los claustros y en el museo. También hay una zona arqueológica. Muy bonito y fotogénico.

Seguimos hasta el castillo del Huevo y el paseo marítimo que recuerda a la alameda de Málaga. Nos tomamos un café en una terraza con bonitas vista a la bahía.

Desde aquí subimos al Castillo de Sant’Elmo. Una subida infinita de escalones pero que una vez arriba merece la pena el esfuerzo.

Las vistas de toda Nápoles son espectaculares. La bajada hacia el otro lado de la ciudad también es infinita.

Inma tiene problemas con sus botas por lo que compramos unos zapatos nuevos en Geox.

Desde aquí nos vamos al hotel y cenamos en su restaurante. La verdad es que ceno yo porque me como los espaguetis de Inma, mi solomillo y un tiramisú. No había comido nada desde el desayuno.

A las 9:00 ya estamos en la habitación.

Martes 28

Desayunamos en el hotel y nos vamos a la estación de tren de Napoli Porta Nolana donde salen los trenes de la línea Circumvesuviana. Por 2,4€ pp tenemos el billete hasta la estación de Ercolano. Son 10 paradas y 18 minutos en un tren viejo y lento.

Al llegar a la estación hay que andar 500 metros en bajada hasta cruzar el arco de entrada al sitio arqueológico de Herculano. La visita cuesta 13€ pp. En la entrada hay muchos guías que te piden acompañarles pero nosotros lo hacemos solos con un folleto y sin audioguía.

En sitio está muy bien conservado y no es muy grande por lo que se hace la visita de forma muy cómoda. El único inconveniente es que hay muchos grupos colegiales muy ruidosos, pero vamos evitándolos ya que no hay un recorrido predeterminado.

Estamos unas dos horas de visita y al final empieza a llover fuerte justo cuando nos vamos. En la salida al lado del arco entramos en una cafetería para tomar un café y un tentempié para aguantar hasta la hora de la cena.

Subimos hasta la estación y compramos de nuevo el billete de vuelta. El tren llega al momento y es bastante más viejo que el anterior, que eso ya es viejo. De todas forma se salta varias estaciones por lo que llegamos en casi 10 minutos.

Nos damos cuenta que el plan que teníamos por la tarde no lo podemos hacer porque el museo arqueológico cierra los martes y también la iglesia del Cristo velado. Decidimos ir al hotel a descansar un rato y luego veremos cómo recomponer el día.

Después de una corta siesta visitamos el Pio Monte de la Misericordia. Nos cuesta 10€ pp. Una capilla octogonal con cuadros de artistas napolitanos y un Caravaggio y Luca Giordano. Muy buenas obras. También tiene un museo con cuadros y algún mueble y piano que no valen gran cosa.

Vamos otra vez a la basílica de San Lorenzo Maggiore para visitar la zona arqueológica por 9€ pp. Se trata de los bajos de la Iglesia que contienen lo que era el nivel de calle en época romana. Recuerda a lo que hemos visto en Herculano pero bajo tierra. Es un pequeño recorrido que hacemos por nuestra cuenta.

Al salir, justo en la puerta, entramos en el Convento de san Gregorio Armeno. Tiene una entrada espectacular con una gran escalera. 

Hay una oriental que tras nuestra entrada cierra la puerta. Es un convento de monjas que sigue en activo; nos cuesta 4€ pp. Tienen un puesto de dulces y postales y solo cobran la voluntad. El claustro es muy amplio y bonito, lleno de vegetación y alguna jaula con periquitos. También se visita el coro y una habitación amueblada de época que perteneció a una antigua priora.

Al lado también entramos en el santuario de un beato napolitano y descansamos un rato oyendo el rosario.

Damos una vuelta y vamos hacia el hotel para buscar un sitio para comer. Vemos que es muy recomendable la Pizzeria da Michelle, pero está a tope y tiene pinta de más bien pizzas para llevar porque tiene muy poco sitio dentro. Al lado está la pizzería D’Angeli donde nos tomamos un par de pizzas parecidas a las del primer día. El pan es más blando de las que tomamos en España.

Estamos al lado del hotel y damos por finalizada la jornada.

Miércoles, 1

Desayuno como siempre en el hotel.

A las 10:20 tenemos contratado con Civitates el tour de Pompeya y Vesubio. La cita es al lado de la estación de tren. En cuanto llegamos ya hay algunas chicas de la empresa y nos localizan. Van llegando los minibuses y nos meten en uno. En una media hora, por una autopista, llegamos a Pompeya.

Ya se ve que esto está bastante más concurrido que Herculano. Hay bastante caos de gente, puestos de venta y coches. Después de un poco de lío al repartir a los que hemos llegado con las guías, finalmente entramos en el recinto arqueológico. Nos han dado un pinganillo y la guía nos va contando.

El tour dura unas dos horas y entramos en algunas casas, pero lo verdaderamente diferenciado con respecto a Herculano es la extensión del yacimiento y las arquitecturas públicas como los dos teatros y el foro. Las casas de Herculano están mejor conservadas y además tienen más categoría.

Al final de la visita perdemos al grupo y conseguimos encontrarlos gracias al pinganillo. Nos dan unos espaguetis o una pizza a cuenta de la empresa. Nos sientan junto a una pareja joven de Cuenca que parecen muy viajados.

Cogemos a las 14:20 otro microbús que nos lleva hasta los 1000 m de altura del Vesubio. La carretera es muy estrecha y con cuevas y con mucho tráfico.

Desde la parada del autobús hasta la cumbre nos quedan más de 200 m y unos 20 minutos de subida por un carril. Las vistas desde arriba son espectaculares. Además del volcán, las vistas del golfo de Nápoles y de toda la Campania son magníficas. Hemos tenido suerte y el día se presta, ayer hubiera sido un mal día ya que incluso todavía hoy queda nieve en la cumbre. Nos dan una hora y veinte para todo y nos viene un poco corta la estancia arriba, pero bajamos a la hora.

Nos dejan de nuevo en la estación de tren. Vamos al hotel un momento y como vemos que todavía llegamos a tiempo a la visita de la capilla de Sansevero. Hay cola como siempre pero decidimos que es nuestra última oportunidad de verla. La entrada cuesta 10€ pp.

Es una pequeña capilla de una familia que contiene varias estatuas de las que sobresale el famoso Cristo velado. También hay dos representaciones de la circulación sanguínea hechos hace 200 años.

De aquí hacemos un poco de tiempo y cenamos en la tratoria I Gerolomini; muy rico todo. Probamos el vino del Vesubio, el "Lacryma Christi", está bueno.

A las 21:15 ya estamos en el hotel.

Jueves, 2

Me levanto regular y un poco mareado. Parece que son las cervicales pero por si acaso decidimos no desayunar.

Salimos a dar un paseo por el distrito financiero. Está al lado de la estación de tren y tiene unas torres altas de cristal. La zona está más limpia y tranquila que el resto pero sigue habiendo detalles “napolitanos”.

Volvemos al hotel para hacer un poco de tiempo porque el avión lo tenemos a la 15:10.

Llegamos a Madrid sin novedad y ya recuperado

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